29 de agosto de 2008

[[ARTICLES]] Selma Blair, la heroína de ojos tristes

Liz Sherman, personaje al que da vida Selma Blair, supo de sus poderes piroquinéticos a los once años y de la forma más dramática, cuando achicharró a los suyos. En «Hellboy. El ejército dorado», la heroína ha asumido su condición de monstruo y está a punto de formar una nueva familia junto al protagonista, otro ser rechazado por los «normales». No hay duda de que el tema le encanta a Guillermo del Toro.
Conocida por títulos como «Crueles intenciones» y «Mi novio es un ladrón», en la que actuó junto a Antonio Banderas, la actriz se sabe condenada al lado oscuro: «Es cierto que el ángel de la muerte me dice en la película que voy a sufrir mucho y aún así elijo el camino peligroso. También es verdad que me siento más cerca de los monstruos que de los humanos, pero a Guillermo siempre le gusta tener humor y no creo que me abandone por completo».
Selma, que presentó en Madrid la película vestida «de punta en negro», como requería la ocasión, es consciente de que fue elegida para el papel porque el director la había visto en «Cosas que no se olvidan» e hizo caso del título. «Le gustó la tristeza de mis ojos. Eso es lo que vio en mí», asegura.
Lo cierto es que desde pequeña tenía vocación de bicho raro. Una vez llegó a decir que soñaba con ser embalsamadora. «Me arrepiento tanto de haber dicho eso... No he estudiado para embalsamar, ni tengo el título. Fue un error en un momento de locura pasajera, pero mi idea de pasar el tiempo no es esa». Con la fama que arrastra, no sorprende que ahora intente esconder sus rarezas. Jamás confesaría, por ejemplo, que ha visto un ovni, como Del Toro. «No lo he visto nunca, pero aunque lo hubiera hecho me lo callaría, porque la gente ya piensa que soy bastante rarita».
En cualquier caso, es reacia a contar de dónde proviene esa tristeza en su mirada: «No lo sé, quizá es sólo cómo está hecho mi rostro», explica. «Puede ser una pena profunda o simplemente tengo los párpados caídos por una cuestión genética». Sea o no la explicación correcta, sin duda es diferente: «Muchos actores se sienten más cómodos en un género determinado. Yo estoy incómoda en todos. Simplemente sigo adelante. Soy sólo una actriz que estoy ahí para ayudar a alguien a contar una historia».
Por si necesitan otro ejemplo del lado oscuro de Selma Blair (y de su sentido del humor, por supuesto negro), vean lo que cuenta sobre su afición a tomar fotografías en los rodajes: «Antes tenía un cuarto oscuro y en realidad lo que más me gustaba era revelarlas. Ahora las guardo en un cajón. Cuando muera, quizá el embalsamador pueda rescatarlas».
Con estos antecedentes, es mejor estar prevenido y no provocar a la «bestia» (bastante bella, por cierto). Alguien pregunta, por si acaso: ¿qué le indigna tanto en la vida real como para arder en llamas? «No suelo enfadarme mucho, pero es difícil decirlo, porque la gente podría intentar ponerme prueba. Pero no me gusta nada la crueldad con los animales. También odio cuando voy en coche y otros conductores arrojan colillas por la ventana. Tampoco me gustan nada los que van contando mis secretos». El lector sabrá comprender por qué no decimos ni la edad que tiene, que es, en todo caso, mayor de la que aparenta.


FEDERICO MARÍN BELLÓN I MADRID