12 de septiembre de 2010

[[APARICIONES PUBLICAS]] Estrellas al rescate de la moda

Actores y modelos salieron a la calleen la Fashion's Night Out para reactivar las ventas de las tiendas más exclusivas de la Gran Manzana

Nueva York, viernes, ocho de la noche, Madison Avenue. La ciudad donde nació la idea de la Fashion’s Night Out está en plena faena. Las tiendas permanecerán abiertas hasta tarde y en cada una habrá un evento especial para celebrar la noche de la moda. El evento global ideado por el equipo de Vogue USA y en concreto por su directora, Anna Wintour, tiene como propósito el ayudar a reactivar el consumo. Este año ha sido uno de los más nefastos en mucho tiempo para las firmas de moda que no han facturado lo que otras temporadas. En la Gran Manzana se palpa la crisis. Uno de los indicios de que las ventas no van bien es que muchas tiendas no han sacado aún las colecciones de invierno en su totalidad. Es más, todavía hay «corners» con ropa de verano de rebajas. Otros años, a estas alturas ya estarían vendiendo la ropa más invernal.
¿Logrará Anna Wintour relanzar la economía? Cosas más difíciles ha logrado la papisa de la moda. Si no lo logra, al menos lo habrá intentado… y hasta se ha puesto una camiseta (¡horror!) para la ocasión. La camiseta oficial de la Fashion’s Night Out con un dibujo abstracto de los rascacielos que caracterizan la ciudad de Nueva York. La directora más poderosa e influyente del «fashion system» recorrió la Quinta avenida de arriba a abajo, entrando en cada tienda y apoyando con su presencia una iniciativa que refuerza la industria de la moda como uno de los sectores importantes de la economía.
Naomi Campbell bailaba enfundada en mini pantalones de cuero por Madison Avenue, Tom Ford saludaba a clientes de Bergdorf Goodman donde también apareció Victoria Beckham, Jessica Alba miraba jerseys en Polo Ralph Lauren, las gemelas Olsen estaban de jurado en un concurso de karaoke en Barney’s, Helena Christensen y Selma Blair tomaban hot dogs en Stella McCartney y Oscar de la Renta movió el esqueleto al son de un grupo merengue en su propia boutique. Era doblar una esquina y darte de frente con una protagonista de la serie Gossip Girl (Jessica Szohr estaba ojeando bolsos en Prada).
En la recién inaugurada tienda de CH, Carolina Herrera recibía a sus invitados que podían hacerse un retrato digital por el famoso ilustrador de «Vanity Fair», Robert Risko, y si lo deseaban, plasmarlo sobre un bolso de lona para llevarse a casa. No faltó detalle. La gente paseaba con globos de Marni, tomando helados de cucurucho by Damiani. Y no faltaron las bromas con el nombre del evento. Las colas que se formaban fuera de las tiendas más «cool» eran tan largas que la ciudad parecía un parque de atracciones. Entre los que esperaban pacientemente para entrar a ver a Halle Berry en la tienda de Ralph Lauren se oía: «Se llama la Fashion’s Night Out porque ahí es donde estás la mayoría del tiempo, “Out”, esperando».
Para todos los gustos
Si el Upper Side es la zona más pija de tiendas, el Meatpacking es la más «trendy». La modelo y actriz del momento —predilecta de Karl Lagerfeld— Elisa Sednaoui puso la música en la tienda de Diane Von Furstenberg, Scoop y Catherine Malandrino ofrecían champán «non stop» y las clientas de Louboutin aguantaron con una sonrisa sobre sus tacones imposibles de 16 centímetros. En este marco «fashionista» es donde la firma de cosmética Maybelline New York montó una carpa en plena calle donde pinchaban Sean Lennon y su novia, la modelo Kemp Mulh. Había sesiones de maquillaje para todo el mundo, mientras las modelos Lisalla Montenegro, Jessica White y Erin Watson daban lecciones de cómo desfilar sobre la pasarela. El estilista americano Phillip Bloch, que estaba ahí, tenía claro que era el lugar para ver y ser visto y la zona más divertida para vivir la Fashion’s Night Out.
Se acabó el champán, los «shoppers» se fueron a sus casas, muchos, lamentablemente sin desenfundar la Visa, y cerraron las boutiques una a una. Esperemos que el evento anime a la gente a comprar, porque lo que de verdad necesitan las firmas y el sector es, como dice Phillip: «Fashion everyday», moda todos los días.